Circuitos de poder, terrenos populares, arte abstracto y la relación que tiene América Latina con el resto del mundo son algunos de los elementos que Darío Escobar nos aporta como artista dentro de su obra. Este artista guatemalteco nacido en 1971 en la ciudad de Guatemala es uno de los principales representantes del arte contemporáneo guatemalteco a nivel internacional. Sus exposiciones en galerías de todo el mundo como en el Museo de Arte Contemporáneo MAC de chile, en SCAD Museum of Art en Georgia o en la galería de arte Gallery 1600 también en Georgia, todas las anteriores en 2012, han hecho que el nivel del arte guatemalteco como tal tenga un nombre dentro del arte contemporáneo mundial.
Con más de 16 años de experiencia en artes visuales y habiéndose graduado de arquitectura, su obra tiene gran dinamismo y sentido del espacio. Esta se basa en objetos cotidianos, objetos deportivos para ser más específicos, los cuales son modificados dentro de su naturaleza para crear un objeto totalmente nuevo, ajeno ya a lo que en sus inicios fue. “The artist intervenes, alters the appropriated objects, and reassembles them in an elliptical way in order to moderate or partially neutralize the original meaning they posses in their primary contexts”. Sus creaciones van desde la utilización de simples vasos de refresco de una cadena comercial muy famosa, como es el caso de su obra con los vasos de Mc Donald’s totalmente cubiertos de papel de oro y pigmentos, hasta parachoques retorcidos y deformes como es el caso de la serie Choques montada en una famosa bienal guatemalteca. El tamaño varia de pieza en pieza y sus colecciones incluyen todo tipo de artefactos deportivos planteados de tal forma le dan al arte una nueva visión y una forma más cotidiana. Según el artista, su forma de percibir el arte es atreves de objetos cotidianos que poseen una habilidad especial para transmitir algo fuera de su forma.
En un principio el arte de Darío Escobar pretendía “replantearse la idea de un colonialismo vigente” he ahí la razón por la cual este artista utilizara tantos adornos e imágenes dentro de sus obras. Sin embargo actualmente se apega al uso de los objetos cotidianos como los transportadores de mensajes. El proceso creativo ocurre como en cualquier otro taller de arte, explica, debido a la formación de arquitecto que posee el orden y precisión son parte fundamental de sus obras. Partiendo de una idea, esta es trasladada a planos en donde se evalúa a la obra y a continuación se eligen los materiales que se consideren necesarios para su realización. Después de esto nace un prototipo que será la base para la creación de la obra final.
Ocho maneras de dividir a la mitad
Arthur Danto, en su libro El abuso de la belleza (2011) nos plantea la posibilidad de ir más allá de la simple belleza en la obra de arte. Conocedor del ambiente artístico, este filósofo del arte plantea dentro de su libro la problemática y crisis que los artistas sufrieron durante los cincuentas y sesentas antes de que Andy Warhol presentara por primera vez sus Cajas de brillo. Simples diseños de mercadeo transformados en obras de arte a través del artista. Los significados que esta obra tenia eran muchos, y creo la polémica de utilizar objetos cotidianos no considerados precisamente bellos, como representación del arte de esa época. Esa ruptura que se sufre en el arte da lugar a las reflexiones de Danto acerca de lo que realmente significa el arte y lo que se puede encontrar en ella y a través de ella.
Esta obra está construida de dos materiales principales, papel algodón y aceite automotriz. Posee dimensiones de 26 x 36 cm. (cada módulo) y está compuesta por ocho módulos. Expuesta en el año 2011 esta obra es parte de una serie que posee como principal material el aceite automotriz y superficies blancas.
Ocho maneras de dividir a la mitad, como su nombre lo indica es una pieza construida de ocho partes en las cuales el blanco y el negro juegan el papel principal. Su composición es totalmente asimétrica y las figuras que se forman dentro de cada uno de los cuadros son formaciones rectas que dan siempre una prioridad al blanco.
Cuando pensamos en ocho maneras de dividir a la mitad, inmediatamente pensamos en mitades exactos, sin embargo este artista nos muestra ocho maneras distintas de dividir un todo, sin embargo no a la mitad como el título lo propone. Esta ironía es probablemente la primera genialidad que se aprecia dentro de la obra haciendo referencia a las distintas visiones que la palabra mitad tenga dentro de la sociedad.
Sus ocho piezas están divididas de muchas maneras predominando siempre el color blanco como mayoría. En este punto se podría hacer la reflexión de los colores utilizados por el artista. El blanco, el papel algodón que también representa riqueza, como pureza, la exaltación de lo legitimo, y por otro lado tenemos al negro, el aceite representado el trabajo duro, como un símbolo de lo oscuro, el miedo. Se podría proponer entonces la interpretación de la obra como la visión que tienen los centros de poder, los burgueses sobre el proletariado. La creencia de que los que tienen el poder son los que tienen la verdad y la razón está sobre las demás esferas sociales, representadas por el negro, las cuales siempre traen consigo el miedo, la opresión y el duelo constante.
Este conjunto de piezas son la representación gráfica de la idea que se tiene de la sociedad vista desde las oportunidades y poder. La desigualdad es parte fundamental de esta obra ya que muestra con el titulo una idea y sin embargo, su desarrollo es distinto al esperado. Escobar define a Guatemala como el país de las desventajas, las cuales reflejan una constante lucha de clases y dentro de las mismas clases. Esta obra muestra, mas allá de manchas y papel, el desequilibro que existe en la sociedad, son piezas individuales que mueven un todo. Los contrastes encontrados son los mismo que se podrían apreciar dentro de una sociedad guatemalteca si esta fuera retratada en una obra de arte.
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